Justificación
“La entrada a la cultura es
una entrada al lenguaje y al género, la cultura marca a los seres humanos con
el género y este marca todo lo demás”
Joan W. Scott
Desde la óptica femenina, la construcción de una convivencia atenta y
armónica admite la revisión del conflicto social y político, que se mantiene como conflicto
civil y armado. De cara a la emergencia de empoderamientos
pacifistas, las madres, hermanas, hijas, esposas, las luchadoras por los
derechos humanos, las lideresas del campo y la ciudad se levantan; examinan lo que, ante el miedo, la vergüenza
y la culpa, se ha normalizado; juntas
–desde sus territorios y sus lugares de coexistencia- tejen maneras de
resistencia (re-existencias).
Con la perspectiva de género se reconoce visualizar,
ante un enfoque dicotómico de las realidades, los alcances y limitaciones que,
de cierto modo, en sus situaciones específicas, presentan las mujeres, los
niños, los hombres (las masculinidades), los ancianos, las niñas, quienes
acarrean sus identidades como homosexuales, transexuales, etc.; mediante la
reflexión acerca de las subjetividades, lo que personas y colectivos, víctimas
–de acuerdo con la coyuntura-, heridas por la violencia intrafamiliar y por la
violencia pública, en las instituciones del histórico poder patriarcal,
viven. Un horizonte de paz, en Colombia
y en el mundo, engendra la visión de la otra mitad de la humanidad que
contribuye a la posibilidad de la vida. Los temas propuestos para
esta mesa son: Memorias de mujeres, la
ruta de la verdad, alternativas de reparación.
Qué hacer con el fin de terminar con la impunidad, la diversidad y el cuidado de la vida.
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